El plan de incentivos y su impacto en la motivación de tus empleados

Los planes de incentivos tienen grandes efectos sobre la productividad laboral, la motivación, el rendimiento y el compromiso de los empleados

Cualquier empresario persigue y anhela a partes iguales que sus empleados sean productivos y estén satisfechos en su puesto de trabajo. Para esto, hoy en día, se considera fundamental que cualquier compañía tenga un plan de incentivos salariales, sea cual sea su tamaño, numero de empleados, sector… Los planes de incentivos tienen grandes efectos sobre la motivación, el rendimiento y el compromiso de los empleados. Todo proceso de aprendizaje demuestra que el comportamiento que se recompensa se repite. Es habitual ver que las personas trabajan más duro y con mayor dedicación en los casos en que saben que su esfuerzo tendrá un impacto directo en forma de días libres, compensaciones económicas o incentivos no monetarios.

LOS PLANES DE INCENTIVOS: VENTAJAS

Sin embargo, ésta no es la única ventaja de los planes de incentivos ya que, en las empresas donde se recurre a este sistema (se calcula que en España actualmente son el 86 %), los beneficios se notan también en: Competencia saludable: el deseo de ganar es inherente al ser humano. A las personas nos gusta competir y salir victoriosas, y los programas de incentivos aprovechan este deseo, reconduciéndolo hacia la consecución de objetivos claramente definidos (metas de negocio con las que el empleado se compromete) y a un aumento del compañerismo (que se consigue cuando los programas de incentivos están ligados a metas a corto, medio y largo plazo, tanto individuales como colectivas). El resultado es una competencia saludable que beneficia a la organización y a los individuos, puesto que, a la vez que se van consiguiendo resultados, se construye un clima favorable y positivo. Mayor retención de empleados: la felicidad y satisfacción individual aumenta cuanto mejor es el equilibrio en la vida de las personas, mayor es la autonomía que se da a los trabajadores y más sensación de control sobre sus vidas tienen los empleados. Los programas de incentivos brindan a los empleados una sensación de control sobre sus ingresos que tiene consecuencias muy positivas para su salud y la de la organización. El resultado es una plantilla fiel a la empresa y sus objetivos, que se identifica con los principios y valores de la compañía para la que trabaja. Problemas como la rotación y el absentismo se ven minimizados y, al mismo tiempo, la plantilla se convierte en un imán de atracción de talento muy eficaz. La presencia de un programa de incentivos corporativos motiva a una amplia mayoría de los empleados a permanecer en su puesto de trabajo. Aumento de la satisfacción de los consumidores: el trato que los clientes reciben por parte de los empleados termina resultando determinante para construir su lealtad. Cuando el nivel de motivación laboral es bajo la atención al público se ve afectada. Así, mientras que, según datos de estudios recientemente publicados, los empleados más satisfechos y comprometidos pueden aumentar el nivel de fidelidad de los consumidores en un 50%; cuando no hay programas de incentivos en marcha, no se reconocen los logros o no existe una adecuada conciliación de la vida laboral y familiar el servicio empeora y puede producir la pérdida de clientes. Tal y como informa el mismo estudio, en este último caso, el 68% de compradores preferiría ir a la competencia que volver a comprar un producto a la compañía. En el ámbito de los incentivos laborales podemos distinguir entre dos tipos: incentivos salariales y no salariales. Lo normal es que en un plan de incentivos integral de una compañía se combinen ambos, pero es cierto que los salariales tienen una importancia especialmente relevante. A continuación, vamos a desgranar qué son los incentivos salariales, sus tipos y los principales motivos para tener un plan de incentivos.

¿QUE SON LOS INCENTIVOS SALARIALES?

Los incentivos salariales son una parte variable del salario que reciben los trabajadores. Son pagos en los que se valora de forma más tangible la contribución del empleado. La empresa debe tener un plan de incentivos. Para diseñar un plan de incentivos que sea efectivo hay cumplir lo siguiente: El incentivo tiene que fomentar la productividad del trabajador.
  • Saber retener a los trabajadores más productivos y atraer a personas talentosas de fuera de la empresa.
  • Debe beneficiar tanto a los trabajadores como a la empresa.
  • Ser fácilmente comprensible por los trabajadores.
  • Tiene que incluir el control de la producción.
Evidentemente estas características son comunes e inherentes tanto para incentivos salariales como para los no salariales, dado que las empresas deben tener un plan único donde se reflejen ambas clases de recompensas. En ocasiones se tiende a cometer un error que trata de asociar estos incentivos con retribuciones en dinero.

TIPOS DE INCENTIVOS SALARIALES MÁS FRECUENTES

A continuación, explicamos brevemente algunos de los tipos de incentivos salariales más frecuentes, aunque el desarrollo de esta faceta puede ser cuasi infinito en función de las características de cada empresa.
  1. Comisiones
Los comerciales perciben incentivos cuando se alcanzan unos objetivos determinados en las ventas. Puede ser que el objetivo marcado no se logre pero, aún así, la empresa reconozca que los comerciales han trabajado bien y recompense su trabajo.
  1. Bonos
Suelen ser primas anuales, complementos del sueldo, bonificaciones, reembolso de servicios médicos o pensiones.
  1. Productividad
Premian el aumento de la productividad del trabajador.
  1. Beneficios
Consiste en repartirse los beneficios que obtiene la empresa. Se tiene que establecer previamente el porcentaje que se recibirá.
  1. Incentivos salariales y beneficios sociales
Estos incentivos no se traducen en dinero, pero sí buscan recompensar al trabajador y a su familia ofreciéndole otro tipo de beneficios. La empresa puede poner a disposición del trabajador ciertos beneficios sociales como guarderías, seguro médico, asistencia dental, entre otros servicios. También estos incentivos pueden estar relacionados con los momentos de ocio, diversión o vacaciones.

¿POR QUÉ ES BUENO QUE LAS EMPRESAS RECOMPENSEN A SUS TRABAJADORES?

No todo es dinero en una empresa. Parece que los empleados valoran cada vez más los incentivos no monetarios. Aún así, los incentivos salariales siguen siendo fundamentales para motivar a muchos trabajadores. Recompensar al trabajador es hacerle partícipe del éxito del proyecto. Ya que ha contribuido con su trabajo, es justo que también se lleve una parte. Un incentivo salarial relacionado con el resultado del trabajo de un equipo motiva más al personal a trabajar en equipo. Si se cumplen los objetivos marcados en cuanto a cantidad y calidad, se paga el incentivo. Si no es así no se abona, aunque también se pueden pagar incentivos si no se ha conseguido todo lo que se había planeado. Es una forma de premiar el esfuerzo del trabajador.  

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